En mi artículo de hace un año (I) exponía por qué pienso que es necesario despojarse de ciertos “conocimientos” antes de poder entender Bitcoin. Entre otros, y muy especialmente, tenemos que desaprender que el dinero tiene valor porque lo “respalda” el estado.
Lo maravilloso y clave de Bitcoin es que no lo respalda nadie y surge como dinero de manera natural. Y esto es la primera vez que sucede con dinero en forma electrónica. Si hubiese alguien que respaldara Bitcoin, no tendría ningún sentido, no sería ninguna innovación, ningún avance.
Un año después, el interés por Bitcoin se ha incrementado mucho, casi todo el mundo ha oído hablar de él de una u otra forma. Pero el interés se ha disparado, principalmente, por la escalada de precios que siguió a la implantación de SegWit (una mejora en el software que corregía un importante bug y permitía la implementación de soluciones de escalabilidad que antes no eran posibles).
No obstante, más allá del interés generado por la escalada de precios de final de 2017, en la mayor parte de la gente no existe un interés por entender el funcionamiento y el porqué de la relevancia de esta tecnología. El interés de la mayoría se centra en su uso como vehículo especulativo. Y como no hay un interés por entenderlo de verdad, persisten los mismos tipos de errores.
¿Qué quiero decir con el mismo tipo de errores?