– ¿Qué tiene que ver Bitcoin con el coronavirus?
– ¡Nada!
La respuesta parece obvia…
Sin embargo, aunque a primera vista pareciera que nada tienen que ver, la época en la que vivimos sí tiene mucho que ver con los motivos por los que Satoshi creó Bitcoin y por qué los cipherpunks buscaron durante tanto tiempo un dinero así.
Uno de los aspectos más relevantes es el tipo de dinero y la cantidad de dinero. En tiempos del coronavirus, la solución de los gobiernos está siendo imprimir gigantescas cantidades de dinero. Como si hacer fotocopias sirviese para salvar vidas o crear riqueza.
Y sin embargo, ¡tiene sentido! Me refiero a que tiene sentido que un estado tome estas medidas, no quiero decir que sea bueno para la sociedad. Si tienen la capacidad de crear dinero de la nada y con ese dinero pueden “ayudar a quien más lo necesita”, ¿por qué no iban a crearlo? Es una tentación demasiado grande como para no caer en ella. Sobre todo ¿por qué no crearlo si el 90% de la gente no se da cuenta de sus implicaciones negativas y además dichas implicaciones no las sufren quienes toman la decisión?
En realidad, no quiero entrar a analizar si eso es «bueno» o no lo es. Simplemente quiero exponer que los estados van a imprimir dinero y es imposible convencerles para que no lo hagan porque los incentivos son muy claros para hacerlo.
Por tanto, si tenemos dinero, vamos a perder poder adquisitivo. El resultado es que ahorrar será cada vez más difícil, como está ocurriendo ahora mismo, por enésima vez, en Argentina. No será posible ahorrar para vivir tranquilamente el final de la vida.
Esto era así hasta 2009. El 3 de Enero de 2009 Satoshi Nakamoto cambió el mundo aunque solo Hal Finney se dio cuenta desde el primer momento. Bitcoin es un protocolo descentralizado, sin servidores ni clientes, solo nodos iguales. Y las decisiones no se toman centralizadamente, sino por consenso. Uno de los consensos en el código es la emisión de los bitcoins. Dicha emisión no la decide una autoridad central (no hay) sino las matemáticas. Está grabado a fuego en el software: se crearon 50 bitcoins cada 10 minutos los primeros 4 años (en realidad cada 210.000 bloques), 25 bitcoins cada 10 minutos los siguientes 4 años, y así sucesivamente, haciéndose la mitad cada 4 años. El pasado 11 de Mayo de 2020 se produjo el tercer halving, pasando la emisión de 12.5 bitcoins por bloque a 6.25 bitcoins por bloque.
Curiosamente f2pool, el pool que minó el bloque 629999, es decir, el último bloque con el subsidio de 12.5 bitcoins, introdujo en su transacción coinbase el siguiente mensaje:
NYTimes 09/Apr/2020 With $2.3T Injection, Fed’s Plan Far Exceeds 2008 Rescue
Otra vez el titular de la portada de un periódico (esta vez el New York Times) hablando de la cantidad de dinero que se va a imprimir. Todo un «guiño» al bloque génesis (el primer bloque de la cadena), creado por Satoshi Nakamoto donde en la transacción coinbase se puede leer:
TheTimes 03/Jan/2009 Chancellor on brink of second bailout for banks
Entonces, durante 2007/2008 se imprimieron grandes cantidades de dinero para “resolver” la crisis y parece que fue ése uno de los motivos que llevó a Satoshi a crear Bitcoin. No tanto el hecho del rescate a los bancos, sino el hecho de que el estado tenga el monopolio sobre la creación del dinero, especialmente relevante en tiempos de crisis.
La cantidad total es irrelevante. No es importante que sean 21 millones. Daría exactamente igual que fueran 42 en vez de 21, no importa nada. Lo realmente importante es que la emisión está grabada a fuego, se conoce y no se puede cambiar. Se puede saber con total certeza cuántos bitcoins se han creado en 2009, 2010, etc…y cuántos bitcoins existen hoy. Pero también sabemos con certeza cuántos se crearán en 2050, en 2080, en cada momento. Afortunadamente no existe ningún “gurú” que “vele por el interés general con ideas brillantes” y decida en cada momento cuánto hay que imprimir.
Algunos piensan que con 21 millones no es suficiente para que se use como moneda, pero es porque no saben que existen 8 decimales. En realidad, aunque se habla de bitcoins en el código no existe ninguna cantidad que sean bitcoins, lo que se cuentan son los satoshis. Un satoshi es la cienmillonésima parte de un bitcoin. Así que sí, hay suficientes. Además en la segunda capa (Litghtning Network) ya se usan mili-satoshis y se podrían usar fracciones más pequeñas. En resumen, que nunca habrá más de 21 millones de bitcoins y que sí son suficientes.
Así que tenemos 2 hechos:
a) por una parte los gobiernos van a imprimir cantidades gigantescas de dinero FIAT ($, €, yenes, yuanes, …). Un hecho imposible de evitar.
b) por otra parte, nunca habrá más de 21 millones de bitcoins. También imposible de cambiar. “Más imposible”, si me permitís.
No podemos cambiar ninguna de estas dos realidades. Pero hoy, gracias a Satoshi Nakamoto tenemos elección. Y nuestra decisión es libre. Y así debe ser.
El otro aspecto de Bitcoin que me resulta especialmente relevante en estos tiempos es su componente de neutralidad y libertad.
Bitcoin es “permisionless”: no hay que pedir permiso para usar Bitcoin. Descargas el software de código abierto, lo ejectutas y ya formas parte de la red Bitcoin. No tienes que proporcionar ID, ni abrir cuenta o tener “papeles”; puedes ser blanco, negro o amarillo, hombre, mujer o lo que cada uno sienta. Tampoco hay una edad mínima. Es totalmente voluntario. Todos somos iguales, verdaderamente iguales, para Bitcoin.
Bitcoin no conoce fronteras: no existe el concepto de lugar donde están los bitcoins. Los bitcoins no están en ningún sitio, por tanto, tampoco existen las fronteras. Si cruzas una frontera, no llevas tus bitcoins. Ni estaban contigo en un país, ni pasan contigo al otro país.
Esta componente de neutralidad y libertad es hoy especialmente relevante, dado que la mayor parte del mundo se encuentra sometida a serias restricciones de libertad que no siempre están completamente justificadas por la emergencia sanitaria. Corremos un riesgo muy grande de que nuestras libertades se vean seriamente recortadas permanentemente. Corremos un riesgo de caminar hacia un estado orwelliano. Y Bitcoin representa un aire de libertad, neutralidad e igualdad como ninguna otra moneda.
Tengo el convencimiento de que cuanto más totalitario sea un gobierno, más le incomodará Bitcoin. Cuanto más libre sea un país, más respetados sean los derechos y libertades de sus habitantes, mejor acogerá el nacimiento de esta nueva manera de comunicar valor entre personas libres e iguales que es Bitcoin.